El entrenamiento no cura todos los males
Un error muy común en la gestión de los programas de seguridad es el pensar que el entrenamiento de los trabajadores es la solución a los incidentes de seguridad que se dan en la empresa. Por ejemplo, ocurre un accidente y la solución es: entrenar a los trabajadores para que no vuelva a ocurrir. Esta solución no siempre es la mejor.
Todos los que estamos involucrados en la seguridad y salud ocupacional conocemos la famosa pirámide de la jerarquía de los controles que se repite una y otra vez en los cursos de prevención de riesgos, salud ocupacional y demás nombres que se le dan. El entrenamiento es un control administrativo, y como verán en la pirámide, está de penúltimo. Además, el reentrenar a los trabajadores no va a prevenir que el incidente vuelva a ocurrir porque el peligro sigue presente.
¿Cuál seria una mejor solución al problema? Lógicamente eliminar el peligro. Analicemos un ejemplo de una grúa que debe mover una carga por encima del área de trabajo. ¿Cuáles son las opciones comunes? Acordona el área; señaliza el área; informa a todos los trabajadores que no pueden pasar bajo la carga; que todos lo trabajadores usen cascos de seguridad; que los trabajadores usen chalecos reflectivos, entrena a los trabajadores y reentrénalos, etc. Todos controles administrativos y equipos de protección personal. ¿Alguien pensó si realmente era necesario levantar la carga? Quizás una opción pudiera haber sido moverla con un montacargas sin levantarla más de unos centímetros del suelo; o quizás moverla fuera de horas de trabajo. Todo dependerá de los requisitos del trabajo, pero siempre deberíamos pensar en formas de modificar el proceso para evitar el tener que implementar una gran cantidad de controles y después tener que invertir horas en entrenar a la gente en todo lo que se implementó.
Piénselo y se ahorrarán mucho dinero.